Marie Curie, la legendaria científica polaca y ganadora de dos Premios Nobel, realizó un viaje a América Latina en 1926. Este viaje, que duró 44 días y la llevó a Brasil, Argentina y Uruguay, marcó un hito en la historia de la ciencia y reforzó la conexión entre la región y el mundo científico internacional.
Invitada por las autoridades brasileñas, Curie llegó a Río de Janeiro el 15 de julio de 1926. Su visita fue recibida con gran entusiasmo por la comunidad científica y el público en general. Durante su estancia en Brasil, Curie dictó conferencias sobre radioactividad, visitó instituciones científicas y se reunió con importantes figuras políticas y sociales.
Uno de los momentos más memorables del viaje fue su visita al Instituto Oswaldo Cruz, donde se reunió con el Dr. Carlos Chagas, reconocido por su trabajo sobre la enfermedad de Chagas. Curie quedó impresionada por la labor del instituto y donó un gramo de radio para apoyar sus investigaciones.
El viaje de Curie a América Latina tuvo un impacto significativo en la región. Inspiró a una nueva generación de científicos latinoamericanos y contribuyó a fortalecer la investigación científica en la región. Además, demostró el poder de la ciencia para unir a las personas y promover la cooperación internacional.
A continuación, algunos de los hitos más importantes del viaje de Marie Curie a América Latina:
15 de julio de 1926: Llega a Río de Janeiro, Brasil.
18 de julio de 1926: Pronuncia su primera conferencia en la Academia Brasileña de Ciencias.
24 de julio de 1926: Visita el Instituto Oswaldo Cruz y dona un gramo de radio.
31 de julio de 1926: Recibe la Orden del Cruzeiro do Sul, la más alta condecoración de Brasil.
14 de agosto de 1926: Llega a Buenos Aires, Argentina.
21 de agosto de 1926: Pronuncia una conferencia en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
28 de agosto de 1926: Llega a Montevideo, Uruguay.
31 de agosto de 1926: Regresa a Europa.
El viaje de Marie Curie a América Latina fue un evento histórico que dejó un legado duradero en la región. Su presencia inspiró a jóvenes científicos y contribuyó a fortalecer el desarrollo de la ciencia en Latinoamérica.
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